![]() |
Camino del Puerto de Gran San Bernardo con el paso arriba al fondo |
El paso, al que se puede acceder desde mediados de junio hasta mediados de octubre, y que permanece cerrado el resto del año debido a las inclemencias del largo invierno alpino, es el destino y punto de partida de excursiones de verano.
![]() |
Panorámica desde uno de los senderos |
Si los Alpes dividen Europa en dos, de este a oeste, el Paso de Gran San Bernardo es la puerta que conecta los pueblos del sur y los del norte. Ubicado a 2.472 metros de altura, es desde la antigüedad el lugar de paso para peregrinos y viajeros.
![]() |
Iglesia del hospicio |
![]() |
Hospicio |
Cuando llegamos, a pesar de ser verano, tuvimos que abrigarnos para pasear por los alrededores, y es que, debido a su posición, está expuesto a vientos y a temperaturas que oscilan entre los -30º C de mínimo y los +19ºC de máximo. La nieve en invierno puede llegar a los 20 metros.
En las elevadas y nevadas montañas del Paso del Gran San Bernardo, en territorio suizo se erige el Hospicio
En 1.035, San Bernardo di Mentone construyó un hospital administrado por una congregación de canónigos regulares, con el objetivo de recuperar, asistir y proteger a viajeros y peregrinos que recorrían la Vía Francígena.
![]() |
Vistas del Albergue y el lago con restos de nieve |
Hoy día sigue funcionando como albergue y el lugar es mundialmente conocido por ser la cuna de los famosos perros San Bernardo, criados en dicho hospicio para salvar de morir en la nieve a los numerosos viajeros que se adentraban por este paso.
Cuando caminábamos por los senderos de los alrededores del lago, vimos como paseaban a esos bonitos perros muy cerca de donde estábamos. Los perros de San Bernardo eran entrenados aquí por los monjes, al inicio para transportar cargas, luego como perros de rescate en aludes.
Cuando llegamos a la cima de este puerto de montaña y nos encontramos con el bellísimo paisaje que forman la nieve de las cimas de las montañas, el lago y el hospicio, nos quedamos sobrecogidos.
Y mientras disfrutábamos del lugar, como se nos había hecho la hora de comer, aprovechamos para hacer un picnic muy cerca del hospicio, delante de un paisaje que recordaremos durante toda nuestra vida.
Después del picnic y de pasear, también visitamos el albergue y la bonita capilla del hospicio.
Cuando bajamos del puerto, paramos en un merendero del camino en el pueblo de Gignod, rodeado de bosques y con vistas a las cimas nevadas de las montañas donde hicimos un descanso y tomamos un café disfrutando del paisaje.
Para más información, pincha aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario