El río Reuss lleva sus aguas glaciares a la medieval Lucerna y desemboca en el mar de la Suiza central: el lago de los Cuatro Cantones, Lucerna ha sido la ciudad más importante de esta región durante siglos.
Saliendo de Lucerna en el barco |
El lago forma un amplio brazo en su extremo sudeste, con pueblos que tienen una fuerte vinculación con la historia suiza.
Vista del Lago de Los Cuatro Cantones |
Nada más llegar dejamos los coches en un aparcamiento y nos dirigimos a los embarcaderos de la ciudad para buscar el barco.
El Lago de Lucerna es uno de los lagos navegables más bellos de Suiza (434 m sobre el nivel del mar), resulta fascinante por la belleza de sus paisajes y poder descubrirlo navegando sus aguas fue ideal, ya que nos permitió captar al máximo la belleza de las poblaciones ribereñas así como las montañas más famosas del mismo.
En un día de verano, lo ideal era disfrutar de la brisa al aire libre, tanto en proa como en popa, las vistas de las mansiones y montañas del lago eran preciosas.
De vuelta a Lucerna, junto al famoso puente de madera y flores icono de la ciudad, comenzamos nuestra visita en el centro.
En la cubierta del barco. |
De vuelta a Lucerna, junto al famoso puente de madera y flores icono de la ciudad, comenzamos nuestra visita en el centro.
La ciudad tiene sus orígenes a finales del siglo XII, creció alrededor de un monasterio benedictino fundado por unos monjes alsacianos que llegaron al lugar en el siglo VIII; en la actualidad, sus calles y edificios, muchos de origen medieval, conforman un conjunto de gran belleza.
Vistas del lago desde la cima |
Puente de la Capilla en Lucerna |
Entramos en la Iglesia Jesuita, primer edificio religioso de estilo barroco que se construyó en el siglo XVII en Suiza. Los jesuitas fueron llamados a Lucerna por el ayuntamiento en 1573 para establecer un colegio.
Ayuntamiento antiguo en la Plaza del Mercado |
El Altstadt o casco viejo de Lucerna se organiza en torno a la Kapellplaz, una plaza cuya fuente de Fritschi representa a uno de los personajes del carnaval de la ciudad. A su alrededor encontramos callejuelas empedradas con frescos en las fachadas y numerosas tiendas, restaurantes y cafés.
Torre del Ayuntamiento con casas del siglo XVI |
Cerca del puente de madera se encuentra la Hofkirche, la catedral de Lucerna. Erigida sobre el primer monasterio de la ciudad, la iglesia fue construida en el siglo XII. La magnífica puerta principal tiene tallados en ella los dos santos patronos de la ciudad: San Leodegar y San Mauricio. Del interior nos gustó especialmente el altar mayor de mármol negro, flanqueado por dos estatuas de los patrones y el impresionante órgano.
Junto a la Catedral encontramos la Rothenburgerhaus, la casa de madera más antigua de Lucerna.
En la orilla norte también se levantan las murallas que protegen el casco antiguo. Allí se puede ver el Löwendenkmal, un delicioso jardín donde está la escultura de Lukas Ahorn de un León moribundo esculpido en roca viva que mide 6 m de alto y 10 m de largo, que nos recuerda lejanas batallas, en concreto, la muerte de unos 700 mercenarios de la Guardia Suiza que murieron durante la revolución francesa.
Buscamos el majestuoso barroco de la iglesia más visitada del país, dentro de la abadía benedictina de Einsiedeln, lugar de peregrinaje. Esta abadía es un referente del arte barroco europeo. Los muros y los techos están decorados con estucos, frescos y recargadas tallas.
Y así terminamos la visita a esta hermosa ciudad. No sabría que ha sido lo más hermoso de la jornada, si la naturaleza del entorno o la belleza de la ciudad. Como no tengo necesidad de elegir, no lo hago. Me quedo con todo.
Para más información, pincha aquí.
Flores en el antiguo puente de madera |
Y así terminamos la visita a esta hermosa ciudad. No sabría que ha sido lo más hermoso de la jornada, si la naturaleza del entorno o la belleza de la ciudad. Como no tengo necesidad de elegir, no lo hago. Me quedo con todo.
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