Chambéry fue la capital y residencia de los Duques de Saboya desde 1232 a 1536 cuando trasladaron la capital a Turín.
Plaza Saint Léger. Chambéry |
La capital histórica del antiguo ducado de la Saboya, un estado independiente desde el siglo XI hasta el año 1860 en que se uniría a Francia. Chambéry es el corazón histórico de la región de los Alpes franceses.
La ciudad es pequeña, por lo que podíamos visitarla en lo que quedaba de día. La zona además es perfecta para excursiones, llena de lugares con historia y preciosos rincones naturales.
Nada más llegar, lo primero que hicimos fue buscar un restaurante para comer, el tiempo había pasado muy rápido en Ginebra y se había hecho muy tarde.
Castillo de los Duques de Saboya |
Con más energía y descansados, comenzamos a pasear por la ciudad. Sólo teníamos unas horas para la visita y queríamos aprovecharlas al máximo.
Cuando salimos del restaurante, giramos una esquina y nos encontramos con un tren turístico en la Plaza Saint Léger.
Como no sabíamos por donde comenzar nuestra visita por la ciudad, decidimos subirnos al tren para ver, de esta manera cómoda, el dédalo de calles medievales que rodean esta plaza y la colección de edificios de estilo renacentista sardo. Después visitamos por nuestra cuenta lo más interesante de la ciudad.
La Place St. Léger es una de las principales arterias comerciales de Chambéry, en pleno casco histórico, cuando paseabamos por ella la encontramos muy animada. Antiguamente estaba dividida por un río que posteriormente fue soterrado.
Ayuntamiento de Chambéry |
A ambos lados observamos palacetes de los siglos XVI a XIX, y todo su entorno forma parte de la zona protegida debido al valor de su patrimonio arquitectónico. Junto a las bonitas fachadas de los palacetes destacan la Torre del Reloj y dos pequeñas fuentes.
Más tarde paseamos por calles estrechas, como la Rue Basse du Château. La más famosa de las calles antiguas de Chambéry y que nos recordaba el pasado medieval de la ciudad; flanqueada por pequeños comercios que ocupaban los pisos bajos de bellas mansiones burquesas, y la fachada del hotel de Montfalcon llena de colgaduras.
Como su nombre indica, esta calle conduce al Castillo de los Duques de Saboya, y en ella, la más antigua de la ciudad, se conserva una pasarela elevada, construida en madera y conocida como el Puente de los Suspiros, que permitía comunicar varias casas sin necesidad de bajar a la calle.
El Castillo de los Duques de Saboya, residencia de los duques durante más de 300 años, se construyó sobre un edificio del siglo XI pero con multitud de reformas, una de ellas es la construcción de una capilla de estilo gótico en el siglo XV destinada a albergar desde 1502 a 1578 la Sábana Santa que actualmente se encuentra en Turín. Es por eso que se le conoce como la Santa Capilla.
En la Rue de Boigne, que debe su nombre a uno de los personajes más célebres de la ciudad por sus victorias militares y expediciones a la India, encontramos la Fuente de los Elefantes, construida en el siglo XIX en su honor.
También era bonita la Catedral de San Francisco de Sales, construida en el siglo XV como parte del convento que la orden franciscana fundó en Chambéry. No se convirtió en catedral hasta el siglo XVIII.
A principios del siglo XIX se embelleció con un estilo muy característico de la ciudad: el trampantojo. En la actualidad es la iglesia con mayor superficie pintada en trampantojo de Europa.
Pero esta ciudad también esconde una leyenda sobre Madrid, más concretamente sobre el barrio madrileño de Chamberí. No es coincidencia la similitud de los nombres, pues lo toma de la ciudad saboyana. Según una de las leyenda fue bautizado así por Maria Luisa Gabriela de Saboya, primera esposa de Felipe V, quien encontró tantas similitudes entre su ciudad natal y este área de Madrid que le cambió el nombre.
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