Bérgamo



En el centro de la región de los lagos y con los Alpes a su espalda se encuentra la ciudad de Bérgamo. Desde su colina fortificada, la ciudad alta, uno de los conjuntos medievales más sorprendentes de Lombardía y muy bien conservado, miramos hacia la ciudad baja, la ciudad moderna que sí ha evolucionado con el paso del tiempo.

Vista de la ciudad alta desde la Colina de San Vigilio
Esta ciudad fue celta antes que romana, destruida por las tropas de Atila, renació de sus cenizas para formar parte de la República de Venecia y convertirse en una potente urbe medieval. Conquistada por Napoleón, anexionada a su imperio por los austriacos y finalmente liberada por Garibaldi para una moderna Italia unificada. Así de rica es la historia de la ciudad.

Llegamos en avión por la tarde al aeropuerto Orio al Serio y tomamos un autobús que une el aeropuerto con Bérgamo en apenas 10 minutos. Una de sus  paradas era justo en la puerta de nuestro hotel, frente a la estación central de trenes y la oficina de turismo. 

Vista de la ciudad baja desde la Puerta de San Giacomo
Decidimos quedarnos en este  hotel por su  situación céntrica  junto a la estación y frente al mercadillo  navideño  más bonito  de la  ciudad en Piazzale degli Alpini, y también  por estar en la città bassa (ciudad  baja), que es la ciudad moderna, pero solo a 15 minutos caminando de la città alta (ciudad alta), la ciudad antigua.


Bérgamo ha pasado de ser una ciudad poco visitada, a ver aumentar su turismo gracias a su aeropuerto, usado por algunas compañías aéreas de bajo coste por su cercanía a Milán.

Queríamos aprovechar nuestro paso por esta ciudad para conocerla y decidimos pasar una noche en ella para disponer de algo más de un día para su visita.

Muralla y città alta desde la estación del funicular

Después de dejar nuestros equipajes en el hotel, nos dirigimos paseando por la Via Vittorio Emanuele II hasta el funicular que se encuentra bajo la colina de la ciudad alta. Aunque sabíamos que el plato fuerte sería al día siguiente cuando subiésemos a la ciudad alta, esta zona de la ciudad junto a las murallas también es realmente bonita. Edificios neoclásicos, una bonita torre, y en lo alto, la vista de la ciudad antigua.

Al día siguiente nos dirigimos hacia el funicular que nos llevará a la ciudad alta para comenzar la visita de esta parte de Bérgamo. 

Después de viajar por Europa, los precios en esta zona de Italia nos parecieron muy asequibles. Los transportes públicos, trenes, barcos, restauración y todo en general tenían precios muy razonables. Nada que ver con los precios de Suiza, por poner un ejemplo.

En lo alto de un cerro y rodeada de una muralla de la época de dominación veneciana, encontramos la ciudad antigua. Una vista magnífica. 


Piazza Vecchia, Totte del Gombito y al fondo la Rocca
Con esos colores ocres y tierra tan característicos de Italia, con una elegancia exquisita en la estética de sus pueblos y paisajes, sin ostentaciones, de una manera sobria y natural, elegante... 


Vía Gombito y Torre del Gombito al fondo
Tomamos el funicular, en apenas cinco minutos y después de atravesar las murallas venecianas de la ciudad y una buena subida nos encontramos en la città alta.

Hacía bastante frío, y nosotros íbamos con bufanda, sombrero, guantes y el plano siempre en mano, ya estabamos dispuestos a caminar por las preciosas calles que comenzamos a atisbar nada más bajarnos del funicular y encontrarnos en la Plaza del Mercado de los zapatos.

El casco antiguo de Bérgamo siguiendo el modelo romano cuenta con un decumano (eje este-oeste) y un cardo máximo (eje norte-sur). El decumano máximo está compuesto por las vías Gombito y Colleoni, separadas por la Piazza Vecchia. Son las calles más importantes de la ciudad alta. El cardo máximo corresponde a la Vía San Lorenzo con Vía Mario Lupo.

En la Piazza del Mercato delle Scarpe comienza la Vía Gombito. Esta calle no es muy larga pero si muy interesante. Toda ella está llena de pequeñas pastelerias con los dulces típicos de la ciudad, comercios antiguos con escaparates  decorados con muy buen gusto, cafés y restaurantes hasta llegar a la Torre del Gombito.

Construida en el siglo XII y con 52 metros de altura, es la torre más alta de la ciudad. En la planta baja se encuentra la oficina de turismo y se puede subir a la torre en primavera, verano y otoño. Nosotros no pudimos subir, para nuestro disgusto, pero desde el Campanone de la Torre Cívica se tiene una panorámica igual de maravillosa de toda la ciudad incluida la Torre del Gombito.

Piazza Vecchia
Llegamos a la Piazza Vecchia, el corazón de la ciudad alta. Un espacio abierto entre las estrechas calles. Junto con la Piazza del Duomo, compone un espacio artístico de los más bellos de Italia. Sus edificios, la fuente, los cafés... Mires a donde mires es todo hermoso y se respira una tranquilidad muy distinta a otras ciudades más turísticas.

Lo primero que encontramos en esta plaza es el Palazzo Vecchio o Palazzo della Ragione, con casi 1000 años de antigüedad es la sede comunal más antigua de Lombardía.  También fue usado como palacio de justicia durante la época de dominación veneciana, de ahí su nombre: Palacio de la Razón.


La Torre Cívica llamada "Campanone", con una enorme campana que suena cada media hora y desde donde se obtienen las más bonitas panorámicas de la ciudad alta. 

Se puede subir o por las escaleras o usando el ascensor. Con la misma entrada se puede visitar junto al Campanone, el Museo del Cinquecento o Museo histórico de la edad veneciana.

En mitad de la plaza se encuentra la Fuente Contarini, de finales del siglo XVIII, con sus leones y esfinges fue un regalo del Podestá Alvise Contarini a la ciudad en la época que estaba bajo la influencia de la República Veneciana. 

Frente al Palazzo della Ragione encontramos el Palazzo Nuovo, con su brillante fachada de mármol blanco, se empezó a construir a principios del siglo XVII y durante tres siglos fue la sede del Ayuntamiento de Bérgamo. Hoy en día es la biblioteca cívica.

Subimos al Campanone y disfrutamos durante un buen rato de las vistas de la ciudad vieja y los paisajes que rodean esta parte de la ciudad. A pesar de ser finales de otoño y de la presencia de los Alpes con algunas cumbres nevadas, me recordaba a la Toscana. El color de la tierra, los cipreses, los edificios renacentistas. Muy bonito.


Piazza del Duomo con la Capilla Colleoni y Basílica Santa Maria Mayor
Hicimos fotos y bajamos antes de que sonara la campana (hay que recordar que suena cada media hora).

En la Piazza Vecchia hay cafés y restaurantes con sus terrazas, como el Café del Tasso, abierto en 1476, forma parte de los llamados "Locales Históricos de Italia". Situado en un lugar privilegiado para disfrutar del ambiente de la plaza.


Baptisterio
Desde aquí pasamos a la Plaza de la Catedral. En ella encontramos el Baptisterio, la Capilla Colleoni, la Catedral y la Basílica de Santa Maria Mayor. 

Como he comentado antes, un conjunto artístico maravilloso y difícilmente superable.

El Baptisterio es un edificio de planta octogonal y de marmol construido en el siglo XIV, ha tenido diversos emplazamientos, el actual frente al Duomo data del siglo XIX en estílo neogótico.
Fachada Capilla Colleoni.
A la izquierda fachada Basílica 

Exteriormente el edificio más impresionante de esta plaza es sin duda la Capilla Colleoni.  

Ordenada construir por Bartolomeo Colleoni, uno de los capitanes de fortuna más famosos de Italia, a finales del siglo XV como mausoleo para él y su familia donde anteriormente se encontraba la sacristía de la Basílica.

Esta hermosa capilla es una obra maestra del Renacimiento italiano. Con la fachada de mármol policromado y su interior repleto de obras de arte, es sin lugar a dudas una visita que hay que hacer.


Se dice, que tocar a medianoche el símbolo heráldico que hay en su puerta trae buena suerte.


Interior Basílica Santa María Mayor

A continuación visitamos la Basílica de Santa Maria Mayor. Mandada construir en 1137 como agradecimiento a la Virgen por librar a la ciudad de una epidemia de peste, contrastan la sencilla fachada románica con el estilo barroco del interior de la basílica.

La iglesia fue enriquecida durante siglos con frescos, tapices y estucos hasta convertirla en la iglesia más hermosa y querida de Bérgamo.

Personalmente, es una de las más bonitas que he visto en mi vida. Al entrar y levantar la cabeza no atinas hacia donde mirar, es una maravilla. 

El tiempo apremia, así que, desde la basílica pasamos a visitar el Duomo, dedicado al patrón de la ciudad San Alejandro Mártir. 


Con una fachada blanca de estilo clásico y el interior barroco, siendo una bonita catedral, no llega a la majestuosidad de la Basílica. 


Quizás deberíamos haber empezado la visita al revés...


Fachada Catedral
Desde el Duomo volvemos a Piazza Vecchia y giramos a la izquierda para tomar la Via Bartolomeo Colleoni. 

Interior Catedral
Queríamos llegar hasta el otro funicular de la ciudad alta, junto a la Puerta de San Alejandro para subir a la Colina San Vigilio y visitar el castillo.

Via Colleone es una calle estrecha y llena de pequeños comercios de joyeria, gastronómicos tipo gourmet, ,de moda, artesanía, etc. Comercios antiguos y muy coquetos.
Torre de San Adalberto

Al final de la Via Colleoni llegamos a la pequeña Plaza Lorenzo Mascheroni donde siguiendo en linea recta encontramos la Torre de San Adalberto, con un reloj y una puerta que nos llevó a la Plaza de la Ciudadela, la antigua ciudadela medieval de la ciudad. Tiene varios portones medievales. 



Para abandonar la città alta pasamos por la puerta de San Adalberto, y a continuación, saliendo por la Puerta de San Alejandro, una de las puertas de las murallas, llegamos hasta el funicular de San Vigilio.

Este funicular sube hasta otra colina más elevada donde se encuentra el Castillo de San Vigilio. Se trata de una antigua fortificación militar.


Funicular de San Vigilio
Además de ver los restos del castillo, una buena razón para subir es poder fotografiar desde la distancia la silueta de la città alta, sentarse en la terraza junto al funicular a comer o tomar un aperitivo disfrutando de las vistas y fotografiar la silueta de los Alpes en invierno con algunos picos nevados.

El billete del funicular es válido también para la bajada dentro de los siguientes 45 minutos. Nosotros no lo usamos pues habíamos comprado un bono de 24 horas en la oficina de turismo junto a nuestro hotel que inclúia bus y funicular.


Castillo San Vigilio
Un buen rato después bajamos de la colina y nos dirigimos a comer en una pizzeria de Via Colleoni. 

Por la tarde fuimos a visitar también en la ciudad vieja la Rocca. Una antigua fortaleza convertida actualmente en el Museo Histórico de la ciudad.  

En el exterior de viejo castillo hay armamento de la II Guerra Mundial y un mirador sobre la ciudad alta y los alrededores muy bonito. 


Fortaleza La Rocca
Estaba anocheciendo y queríamos pasear por la ciudad con esa nueva luz, con las luces navideñas. 

Así que desde el mirador de la Rocca fuimos paseando y despidiéndonos de esta preciosa ciudad que tanto nos había gustado y sorprendido. 

Volvimos a Piazza Vecchia, paseamos junto al Duomo y la Capilla Colleoni, con esa luz mágica envuelve como en un cuento esos magníficos edificios...


Piazza Vecchia al anochecer

Antes de marcharnos de la ciudad nos quedaba por ver sus dos mercadillos navideños. Teníamos poco tiempo. Cerraban a las 19:30.

Bajamos en el funicular hasta la città bassa, estaba mucho más animada que arriba pero sin su magia. Fuimos paseando hasta el mercadillo navideño y nos compramos un recuerdo para nuestro árbol de Navidad. Nos gusta tener un recuerdo de nuestros viajes.


Mercadillo Navideño
Habíamos dejado nuestras maletas en el hotel, frente al mercadillo navideño y rápidamente nos dirigimos hacia la estación para coger el tren hacia Milán. Cada hora hay un tren entre Bérgamo y Milán y tarda unos 45 minutos en llegar.

Como estábamos cerca de todo, en un santiamén estábamos sentados en nuestro vagón camino de Milán.

Para ver el viaje completo pinchad aquí







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