Desde Spiez continuamos durante 18 km por la orilla sur del lago hasta Interlaken para después continuar 18 km. más hasta el idílico pueblo de montaña de Stechelberg (922 m), a la entrada del valle Lauterbrunnental.
Stechelberg. Base del teleférico |
Subiendo en el teleférico. |
El teleférico que parte de Stechelberg se eleva vertiginosamente entre las paredes del valle de Lauterbrunnental.
Allí cogimos un funicular aéreo que pasando por cataratas y rocas escarpadas nos llevó hasta la aldea de Mürren, a una altura de 1650 m.
Mürren es un pueblo bonito. Tras bajarnos del teleférico paseamos por su calle principal, rodeada de bonitas casas de madera construidas en típico estilo montañés con sus tejados inclinados. Esto junto al entorno hace que el paseo sea agradable.
A Mürren no se puede llegar por carretera y por ello dicen que en el pueblo no circulan coches... algo que no es del todo cierto, pues los vehículos eléctricos circulan con frecuencia por el pueblo.
Desde allí, otro funicular nos llevó al Schilthorn a una altura de 2970 m. de altitud. Es el final de la línea del teleférico.
Y es que, el teleférico no es un solo trayecto sino que tiene varias paradas intermedias en las que puedes bajar si lo deseas, en el camino de ida o en el de vuelta.
La duración de los trayectos del teleférico al que subimos no llegaron a 45 minutos y como no había mucha gente, la subida fue agradable. Además mientras subíamos escuchábamos la melodía de la película de James Bond.
Para quienes quieran hacer una visita a este mirador, las paradas del teleférico son:
1.- Stechelberg: el inicio del teleférico, donde aparcamos el coche.
2.- Gimmelwald: ni paramos ni bajamos.
3.- Mürren: un pueblo típico de montaña.
4.- Birg: parada obligada para las pasarelas.
5.- Schilthorn: la última parada y donde se rodó la película de 007

La región de Interlaken-Jungfrau-Aletsch ofrece una gran cantidad de excursiones, panorámicas y nieves eternas.
Los trenes de montaña, teleféricos y funiculares no son baratos, pero estamos hablando de lugares increíbles que vale la pena visitar cueste lo que cueste.
En el momento que pusimos pie en tierra, supimos que habíamos llegado al mirador donde se rodó la película "007 al servicio de su majestad" y que hizo famoso este lugar durante los años sesenta.
Mirador del Schilthorn y restaurante Piz Gloria |
Para quienes quieran hacer una visita a este mirador, las paradas del teleférico son:
1.- Stechelberg: el inicio del teleférico, donde aparcamos el coche.
2.- Gimmelwald: ni paramos ni bajamos.
3.- Mürren: un pueblo típico de montaña.
4.- Birg: parada obligada para las pasarelas.
5.- Schilthorn: la última parada y donde se rodó la película de 007
Cartel en el Schilthorn señalando las cimas principales |
La región de Interlaken-Jungfrau-Aletsch ofrece una gran cantidad de excursiones, panorámicas y nieves eternas.
Los trenes de montaña, teleféricos y funiculares no son baratos, pero estamos hablando de lugares increíbles que vale la pena visitar cueste lo que cueste.
En el momento que pusimos pie en tierra, supimos que habíamos llegado al mirador donde se rodó la película "007 al servicio de su majestad" y que hizo famoso este lugar durante los años sesenta.
Ya arriba, el Schilthorn nos ofreció una vistas panorámicas de 360º del paisaje alpino que abarca el hermoso triunvirato de montañas Eiger, el Mönch y la Jungfrau, extendiéndose hasta el Mont Blanc y la Selva Negra si hace buen día.
La panorámica desde el mirador del Schilthorn es soberbia. La visión de los tres tenores (Eiger, Mönch, y Jungfrau) es grandiosa. Pero no solo eso, teníamos ante nosotros decenas de picos que bordeaban los 4000 metros.
En la planta superior hay un restaurante giratorio que gira 360º en una hora, el Piz Gloria; para darse un capricho. Las vistas desde el restaurantes son las mismas que desde la terraza exterior del piso inferior.
En la planta superior hay un restaurante giratorio que gira 360º en una hora, el Piz Gloria; para darse un capricho. Las vistas desde el restaurantes son las mismas que desde la terraza exterior del piso inferior.
Cuando subimos al Schilthorn, nos sorprendió la poca gente que había. Aprovechamos para pasear tranquilamente por el mirador, hacernos fotos y sobre todo disfrutar del paisaje.
Como veis, subir al mirador del Schilthorn nos llevó casi 5 horas entre esperas, trayectos de teleférico, fotos, miradores y disfrutar del paisaje tranquilamente tomando un café.
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